Banco Mundial (1998), Financiamiento y gestión de la enseñanza superior y Pertinencia de la educación superior en el siglo XXI.
Estos dos documentos
fueron presentados por el Banco Mundial en la
Conferencia Mundial sobre la Educación Superior de la UNESCO, la
cual se realizó en París, del 5 al 9 de octubre de 1998. Presentan
en ellos su "propuesta" de reforma educativa neoliberal.
En
el primer documento se menciona explícitamente, por ejemplo, que "El
programa de reforma de los años noventa, y casi con certeza hasta
bien entrado el siglo próximo, está orientado al mercado más bien
que a la propiedad pública o a la planificación y regulación
estatales. La orientación al mercado de la enseñanza terciaria se
debe a la creciente importancia que en casi en todo el mundo han
adquirido el capitalismo de mercado y los principios de la economía
neoliberal." Es a raíz de este documento que un grupo de
profesores canadienses alerta diciendo que "el Banco Mundial
declara la guerra a los profesores" ya que, entre otras cosas,
se dice en el documento: “El cambio radical, o reestructuración,
de una institución de enseñanza superior supone la disminución o
renovación (o una combinación de ambas) de los miembros del
claustro de profesores y del personal profesional y auxiliar. Esto
significa despidos, jubilaciones adelantadas forzosas o reconversión
y reasignación del personal, como en el caso del cierre de
instituciones ineficaces o ineficientes, la fusión de instituciones
de calidad que no tienen una masa crítica de operaciones que las
haga eficaces en función del costo, y la modificación radical de la
misión y función de producción de una institución – lo que
significa alterar radicalmente conceptos tales como quiénes
constituyen el profesorado, cómo se comportan y organizan y cómo
trabajan y son remunerados.”
En el segundo
documento, el Banco Mundial expone con toda claridad su política
educativa: “Un nuevo paradigma de la función de la educación
superior en la sociedad ha venido surgiendo poco a poco durante los
últimos veinte años. Aparentemente ha desaparecido la magnanimidad
de un von Humboldt o un Newman, con su búsqueda del conocimiento por
el conocimiento en sí. Sus lugares han sido ocupados por un concepto
de la educación superior según el cual las universidades han de
servir a la sociedad, primordialmente respaldando la economía y
mejorando las condiciones de vida de sus ciudadanos… Los
imperativos económicos barrerán con todos lo que se les oponga y si
las universidades no se adaptan, se las dejará de lado... En el
futuro, las instituciones de educación superior, y las universidades
en particular, abarcarán sólo una parte, quizás pequeña, del
sector productor de conocimiento… los rectores, vicerrectores y
presidentes se distinguirán por la capacidad que tengan para
utilizar el capital intelectual propio sumado al que posean otros en
una forma que maximice las metas de su institución. Esta estrategia
no supone que cada uno de los miembros del personal tiene que estar
empleado a tiempo completo.”
Banco Mundial (2005), Ampliar oportunidades y construir competencias para los jóvenes.
En este documento, el
Banco Mundial expone ampliamente el cambio de enfoque para la
Educación Secundaria que plantean los organismos internacionales; de
uno basado en la enseñanza de Disciplinas a otro basado en la
enseñanza de Competencias: “En las últimas décadas, las
tendencias en la reforma del currículo de educación secundaria en
los países más desarrollados, y en muchos en desarrollo, han
evolucionado en las siguientes direcciones: Un distanciamiento de la
tradición de diseño y desarrollo del currículo basado en
disciplinas y, en cambio, un movimiento hacia áreas curriculares más
amplias, enfoques centrados en competencias y fuentes no académicas
de conocimientos relevantes, con el fin de construir un currículo de
educación secundaria más relevante e inclusivo… la educación y
el currículo de secundaria basados en el conocimiento demandan
urgentemente nuevas alternativas. Estas suponen desarrollar sistemas
que permitan a los estudiantes ganar un mayor control sobre su propio
proceso de aprendizaje, a través del desarrollo de: un currículo
basado en módulos; programas de estudio individualizados; opciones
múltiples y continuamente cambiantes para el agrupamiento de
estudiantes; trabajo en proyectos; y cursos virtuales (e-learning);
por nombrar algunas de las posibilidades... Se ha hecho común
afirmar que existe una brecha entre las materias actualmente
enseñadas, y los conocimientos y habilidades necesarios para que los
individuos y los países sean competitivos en un mundo globalizado.”
Comisión de la
Unión Europea, e-Learning – Concebir la educación del futuro
(2000), Futuros objetivos precisos de los sistemas de educación y formación (2001),
Futuros objetivos precisos de los sistemas educativos (2001).
En estos 3 documentos,
los gobiernos de la Unión Europea delinean la política educativa
que imponen en los diferentes países que la componen. En ellos,
retomando los lineamientos del Banco Mundial y la OCDE, profundizan
en las reformas educativas neoliberales. En el primer documento
dicen: "Propuesta por la Comisión Europea, la iniciativa
eLearning tiene por objeto movilizar a las comunidades
educativas y culturales y a los agentes económicos y sociales
europeos para acelerar la evolución de los sistemas de educación y
de formación así como la transición de Europa hacia la sociedad
del conocimiento." En el segundo afirman que: "La
naturaleza del trabajo y las competencias que se exigen de los
trabajadores y gestores están cambiando. Como ejemplos de este
cambio puede citarse una creciente intensidad de conocimiento en los
productos, un porcentaje cada vez mayor de personas que trabajan en
el sector de los
servicios, los cambios
en la organización del trabajo, que exigen nuevas competencias, y el
cometido que desempeñan las empresas al proporcionar formación. No
puede esperarse que los conocimientos se mantengan sin cambios
durante toda la vida como solía ocurrir antes. Por lo que se refiere
a las posibilidades de empleo, en muchos ámbitos la educación
permanente constituirá un requisito previo para que una persona
pueda seguir interesando al mercado laboral." En el tercero dan
los lineamientos de su política general: “Los Estados miembros
opinan que la educación debe ayudar a conseguir tres objetivos
principales: el desarrollo del individuo, para que pueda desplegar
todo su potencial y llevar una vida feliz y fructífera; el
desarrollo de la sociedad, en particular reduciendo las disparidades
y desigualdades entre individuos o grupos; y el desarrollo de la
economía, haciendo lo necesario para que las capacidades de la mano
de obra correspondan a las necesidades de las empresas y los
empleadores.”
Comisión de la
Unión Europea (2008), New Skills for New Jobs, Anticipating and matching labour market and skills needs.
En
este documento, los gobiernos de la Unión Europea dan un paso más
en la definición de sus objetivos, argumentan que es necesario
adelantarse a las necesidades del mercado laboral: “Aumentar el
nivel de las competencias no es suficiente; es también necesario
garantizar una mejor concordancia entre las competencias ofrecidas y
la demanda del mercado de trabajo”.
OCDE
(2005), Definición y selección de competencias clave.
En este documento se
presentan las conclusiones a las que llegaron los expertos de la OCDE
para definir el concepto de Competencia y determinar las competencias
que deberían considerarse básicas, las cuales consisten en lo
siguiente: 1. La habilidad para usar el lenguaje, los símbolos y el
texto en forma interactiva. 2 Capacidad de usar este conocimiento e
información de manera interactiva. 3. La habilidad de usar la
tecnología de forma interactiva. 4. La habilidad de relacionarse
bien con otros. 5. La habilidad de cooperar. 6. La habilidad de
manejar y resolver conflictos. 7. La habilidad de actuar dentro del
gran esquema. 8. La habilidad de formar y conducir planes de vida y
proyectos personales. 9. La habilidad de afirmar derechos, intereses,
límites y necesidades. El término “competencia” adquiere aquí
un significado distinto al que tradicionalmente había tenido;
anteriormente la competencia designaba un conjunto de conocimientos y
experiencia para una determinada tarea; así, por ejemplo, alguien
puede ser competente en algún oficio. Ahora, una competencia se
define en función de la adaptabilidad de los individuos al mercado
de trabajo: “las competencias deberían traer beneficios en un
amplio espectro de contextos, por eso, deberían ser aplicables a
múltiples áreas de la vida. Así, ciertas áreas de competencia son
necesarias tanto en el mercado laboral, como en las relaciones
privadas, en participación política; estas competencias
transversales son las que se definen como clave”. La habilidad de
actuar dentro del gran esquema requiere que los individuos “tengan
idea del sistema en el que existen; ej., comprendan su estructura,
cultura, prácticas y reglas formales e informales y expectativas y
roles que juegan dentro de la misma, incluyendo una mayor comprensión
de las leyes y regulaciones, y también de las normas sociales no
escritas, los códigos morales, los modales y el protocolo”.
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